jueves, 1 de diciembre de 2011

Día 56: Ica

Bajando unas seis horitas en bus hacia el sur, llegamos hasta Ica, pueblecito en medio del desierto. Aquí hemos parado sólo durante unas horas, antes de seguir camino hacia Cuzco, únicamente por dos motivos: estar en el desierto, e intentar surfear sus dunas.

El pueblo es enano, y todo él está edificado alrededor de un pequeño oasis (no sé si natural o no,  la verdad, aunque me temo que es un oasis artificial) que está en mitad del desierto, cerca de la costa, bajando por la (ya) mítica carretera Panamericana. Lo sorprendente es que, entre hostel de mochileros y bar para guiris, que hay muchos, te encuentras de repente con hoteles con muy buena pinta, hoteles talegueros para peña con panoja, y no para mochileros guarretes que quieren darle un poco a la tabla en la arena. Y eso es lo raro: sólo hay desierto y el sandsurfing, no se puede hacer realmente nada más. Salvo quedarte en la piscina. Es increíble como un pueblo puede subsistir únicamente con el servicio este del surf en las dunas. Había cientos de buggies de alquiler por todo el pueblo, de los que te llevan y te traen al desierto que te rodea por todas partes.

¡La movida ha estado guapa! Nunca había estado en pleno desierto, sólo arena por todas partes, con enormes dunas de cincuenta metros de alto. Y lo de las tablas ha sido muy guapi. Lo único malo es que el equipo que te prestan es un auténtico bufete. Nosotros queríamos surfear de pie, claro, aunque el que nos llevaba no nos lo recomendaba; pero después de varios intentos algo infructuosos (se soltaban los agarres, la tabla se clavaba...), lo dejamos pasar y practicamos el tema de tirarte tumbado, que es mucho más fácil, pero que también era bastante molón. A lo tonto se pillaba velocidad con la tablica en la arena. Después de bajar como cuatro o cinco dunas, cada vez más largas, altas y empinadas; después de ver un oasis de verdad; después de hacer muchas fotos y de echarnos buenas risas con los peazo de saltos que nos pegamos en el buggie que nos llevaba, volvimos rápido al pueblo porque tocaba seguir ruta.

Ha sido una buena parada. Breve pero intensa. Y muy divertida. De las mejores cosas que estamos haciendo en este viaje, es aprovechar para vivir experiencias que nunca antes habíamos vivido, montar planes y practicar actividades que nunca antes habíamos hecho, cosas en las que quizá ni siquiera habíamos pensado. Es cojonudo. Hay que seguir viendo, probando, experimentando, seguir sintiendo nuevas sensaciones. Que no pare...

Nos tocan otras veinte horas en bus, haciendo noche. Cuzco nos espera. Los Andes, el Valle Sagrado, el Machu Picchu... Uno de los momentos culminantes del año. Qué ganas tenemos, llevamos muchos meses hablando de ello; pero qué pena da también que ya llegue. Y es que cómo pasa el tiempo de rápido, y más viajando. Y más gozando como lo estamos haciendo. FLIPAS.

4 comentarios:

  1. ¡Qué bien!, me alegro. Gosworks

    ResponderEliminar
  2. Estamos ansiosos de conocer detalles de M.P. Bss y abrzs

    ResponderEliminar
  3. A Pelucas con nuestro agradecimiento.
    Kinks brutales, as always.

    http://www.cine-trailer.com/video/499/Good-Morning-England

    ResponderEliminar
  4. ¿¿Ya la habéis visto?? ¡¡Buenísima, ¿¿eh?? A ní me flipó y ni la conocía. A TODOS: ¡tenéis que ver Good morning England! Es un descojono constante y la banda sonora es enormeeeee.

    ResponderEliminar